Llegamos a Bali luego de seis horas de vuelo por Jetstar desde Sydney. Ya al salir del aeropuerto nos dimos cuenta que estábamos en un lugar completamente diferente, con un fuerte aroma que se percibía en el aire y una inmensa cantidad de gente ofreciéndote insistentemente cosas (de momento taxis y cambiar dinero).
Ya veníamos advertidos respecto a tener ciertos cuidados, sobre todo con los tacheros que están en el aeropuerto, dado que habitualmente buscan pasarte de alguna manera y sacarte algún mango más que el correspondiente. Dicho y hecho, luego de arreglar un precio para el traslado al hostel nos quisieron cobrar más dinero, o el mismo pero por menos cantidad de personas, cuando encima en Bali hay una tarifa única según el destino al que se quiera llegar. Si bien finalmente terminamos pagando lo que habíamos acordado inicialmente con ellos (lo cual nos enteramos posteriormente era un poco más caro de lo que correspondía), las ganas de salir rápidamente de ese lugar valían esos pocos dólares extra y nos marcaban la pauta de que estábamos frente a otro tipo de cultura a la que veníamos acostumbrados en los primeros destinos del viaje. A quienes vayan a Bali, tengan en cuenta que los “taksis” (así se denominan y escriben) les conviene tomarlos fuera del aeropuerto para evitar caer en las garras de estos curradores y pagar el precio justo por ese servicio.
Llegamos al hotel “Ariputri” en horas de la noche y nos llevamos la gran sorpresa de encontrarnos con un lugar espectacular e impensado para nuestras pretensiones. Una gran piscina, cómodas habitaciones para dos personas, wi-fi gratuita y un desayuno completo que hizo que muchos compañeros se saltearan el almuerzo de ese día (y creo hasta la cena). Ni bien llegamos, salió el obligado chapuzón en la piscina y luego de unas cuantas Bintang (nuestra birra de cabecera en tierra indonesas) nos fuimos a dormir cerca de las 3 de la mañana.
Salimos bastante preocupados en el coche que nos trasladaba, dado que el ferry partía supuestamente a las 13 horas y a esa hora estábamos a mitad de camino para llegar al puerto, por lo que el temor de perder el barco era algo que nos tenía bastante inquietos y ni que hablar para recuperar en todo caso el dinero abonado por los pasaje. Además el transito en Bali es un verdadero caos, lo que hacía que el camino sea bastante poco fluído. Abundan las motocicletas, y tocan bocina creo que hasta por amor al arte. Para todo la tocan: saludar, insultar, pedir que se corra el de adelante, señalero, si cruza una chica bonita delante de ellos, para todo: bocina.
Luego de meter charla con el conductor, el cual nos recomendó muchas cosas acerca de Bali, nos dijo que no teníamos de que preocuparnos. El Barco nos iba a esperar, “Bali, no rules” fue una frase muchas veces repetidas por nuestro amigo tachero y la verdad que el tiempo le dio la razón.
Gili Islands, como su nombre lo indica, son tres pequeñas islas ubicadas en la provincia de West Nusa Tenggara, Indonesia. La principal, por ser la más poblada y con más oferta de servicios, es Gili Trawangan, en la cual nos hospedamos tres noches. Las otras dos menos habitadas son Gili Meno y Gili Air, las cuales visitamos fugazmente o desde lo lejos.
La isla se caracteriza por tener unas playas de ensueño, sobre todo por color de sus aguas. Es un lugar que vive del turismo, en donde hay una gran diversidad de oferta según el poder adquisitivo del visitante. Se pueden encontrar desde restaurantes o hostels (por así denominarlos ya que muchas veces son simplemente un monoambiente pequeño con un baño) sumamente precarios, hasta otros de mucho lujo para la gente más pudiente (generalmente europeos o australianos).
La gente de la isla es muy amable y simpática, aunque agotan con la oferta constante de drogas a cada paso que uno da. Una cantidad importante de lugareños encuentran una buena fuente de ingresos en la venta de sustancias variadas (marihuana, cocaína, extasis, mushrooms), por lo que abunda la oferta y se vuelve bastante tedioso caminar sobre todo en la noche sin que te atomicen cada dos segundos ofreciéndote algo.
Guille, que divino el lugar en el que estas!!!! saca muchas fotos! divina el agua de la playa donde estas en la foto!!! beso enormeeeeeeeee y sigan divirtiendose! te quierooooo
ResponderEliminarGrande cuna!!! Espectacular la verdad, todo tiene su encanto y cada dia se disfruta al maximo esta experiencia. Espero esten todos muy bien por alla y nos mantenemos en contacto. Lei que aun venis zafando del play en tu ksa, no tengo nada que ver eh, jejeje.
ResponderEliminarBeso grande, yo a vos querida!!