jueves, 19 de abril de 2012

Primer Destino - Rotorua, Nueva Zelanda


Amanecimos frente al Lago Taupo, contemplando la gran vista que el mismo nos regalaba y luego de estar un tiempo alimentando a la gran cantidad de cisnes, patos y palomas que en el habitaban decidimos iniciar la ruta hasta Rotorua, a unos pocos kilómetros de donde nos encontrábamos.

Rotorua es una ciudad ubicada en el centro de la Isla Norte de Nueva Zelanda, la cual se caracteriza por ser una zona de aguas termales y géisers, los cuales prometían ser una de las atracciones más relevantes de nuestra estadía en este país.
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Ya instalados en la ciudad decidimos ir al paseo que se ofrecía en “Te Puia”, el cual se encuentra ubicado en una zona que aloja uno de los géiser más importantes del mundo, Pohutu, siendo este capaz de alcanzar una altura de hasta unos 30 metros de altura.


Una vez allí, nos realizaron una visita guiada de aproximadamente una hora en donde pudimos apreciar diversos aspectos representativos de la cultura Maorí, su historia, talleres de escultura y textiles, casas de reuniones, entre otros. Se nos permitió también poder conocer un kiwi, que no es la fruta que acostumbramos comer en nuestras tierras sino el ave nacional de Nueva Zelanda, la cual se encuentra en peligro de extinción desde hace muchos años.

Además de lo ya mencionado pudimos observar una gran laguna de barro burbujeante, denominada Ngamokaiakoko, la cual se encuentra a una temperatura aproximada que oscila entre los 90 y 95 grados. Este barro es el mismo que se usa en muchos Spa para el tratamiento facial según nos comentaron, lo cual de momento no puedo dar fe, pero de sólo pensar de tener ese barro con el horrible olor que el mismo larga encima, me dan arcadas y ganas de tener mi cara llena de arrugas. Este tema del olor creo que es el único punto negativo de la ciudad, ya que el mismo es similar al que arroja un huevo podrido y se percibe a lo largo y ancho de la misma (lo bueno es que ese día no tuve problemas al sacarme las medias en la Motrohome luego de haber caminado todo el día).


El momento de la erupción del géiser mayor fue sencillamente increíble, una imagen que impactaba mucho por la altura y la fuerza con la que el agua salía a la superficie. Para finalizar la tarde, asistimos dentro del predio a disfrutar de un espectáculo de "Haka" (complementado con una parte musical muy prolija y profesionalmente armada) que hizo de esta visita haya sido uno de los puntos más destacables de la recorrida por este país. Además si a esto le sumamos que pudimos conseguir como tres descuentos endosando revistas con promos, ser extranjeros, carnet de estudiante y poder meter algo de chamullo en nuestro sofisticado english, podemos decir que salió redonda la movida.

Como punto final de Rotorua, pudimos conseguir a un buen precio un camping que contaba con dos piscinas termales, lo cual nos dio la posibilidad de relajarnos con nuestro grupo en sus calientes aguas y disfrutar de un impecable cielo estrellado como techo. Unos cuantos whiskys amenizaron la cena conjunta en la cocina comunitaria, para en la mañana del día siguiente partir rumbo a Auckland y tomar el avión que nos dejará en nuestro próximo destino: Sydney.

2657 kilómetros en doce días fueron los finalmente recorridos por nuestra Motorhome en tierras neozelandesas, largo trajín de sorpresas varias e imagenes que quedarán guardadas para siempre en nuestras retinas.

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