No escribas el verano, en la piel de mi mano
pasa sueña y escapa libre.
Nunca seré primero, soy un viento extranjero
que también pasa y sueña libre.
Porque tus sueños te darán lo que la vida no te da.
Descolgate del cielo, como lluvia de enero
dale vida a la gente y siente.
Aunque tu no lo veas, mojale las ideas,
que broten nuevos sueños siempre
No encierres tu futuro en el gris de los muros,
pintate de paloma y vuela.
Apunta tus heridas hacia una nueva vida,
ábrete el pecho, sangra y sueña.
En la ultima hora, cuando la gente llora,
pasa, sueña, delira y muere.
Muere con la sonrisa de quien muere de prisa
por defender sus sueños, siempre.
Muere con la Sonrisa (Pareceres)
De camino al aeropuerto de Madrid, el que marcaría en definitiva el punto final de este viaje, escuché esta canción de manera casual, la cual parecía hecha a medida para la innumerable cantidad de sentimientos que están aflorando en mi por estos días.
Es difícil cerrar una etapa que uno soñó y persiguió por tanto tiempo, que tantas expectativas había generado, sabiendo que el día de mañana quedará ya en el pasado de nuestras vidas. Por suerte no se vive sólo de recuerdos, el legado que estas experiencias dejan traspasan el marco temporal, te enseñan, florecen día a día.
Los sueños son el motor que nos mueve, lo que nos mantiene vivos. Algo por lo cual luchar, por lo cual darle un sentido a nuestros días. El hecho de perseguirlos incansablemente, más allá de las dificultades que el camino trae consigo, debería ser una prioridad para no caer en la vida banal que muchas veces el propio sistema quiere vendernos. Conformista, vacío, carente de valores, de corazón.
Es difícil describir las sensaciones de este día: un dejo de tristeza por la culminación de una etapa, la alegría por haber sido parte una historia increíble que ha llenado de luz la oscuridad que muchas veces he tenido, el agradecimiento de sentirme privilegiado por haber podido escribir estas páginas imborrables. Lo reconfortante de sentirse querido, de querer, de amar. Sentir el respaldo incondicional de mi querida familia y de muchos amigos que han hecho esto posible antes y durante este viaje, que sin lugar a dudas son el sustento fundamental del relato de mi vida.
Los nuevos sueños brotarán, de eso vivimos. El horizonte espera por nuevas historias, por nuevas personas que alimenten nuestro corazón y las ganas de ser felices. Por recordar, por proyectar, por sentir siempre que el hoy es más importante que el mañana, que el ayer.
Veintidós países conocidos, más de sesenta y cinco ciudades, ciento treinta y seis días recorriendo el mundo. Cinco continentes, culturas nuevas conocidas, amigos nuevos, confirmaciones de viejos, una familia, un grupo de viaje que será una marca de mi vida. Placeres varios, anhelos de años, la historia viva frente a nuestros ojos, la imagen imborrable de haber tocado con amigos en países remotos, las muestras sinceras de cariño, las charlas, la experiencia, la relativa sabiduría, el extrañar, las ganas de seguir viviendo, de seguir conociendo.
La última lágrima es de alegría. Sinceras gracias a todos los que siguieron este Blog, los que se acordaron de mi, a cada uno de los que estuvo conmigo de viaje desde abril hasta el día de hoy desde el lugar que sea. A los que me quieren y los que caminan de mi mano persiguiendo la luz.
"El viaje del viaje" sigue, es una de las aristas que le da el sentido a su nombre. Montevideo allá vamos, el retorno seguro es “sabiendo que no hay nada que pueda prohibir la utopía más bonita de vivir en libertad”*.
Gracias por tanta vida, “que broten nuevos sueños siempre..”
* Ossie Garbuyo/Gabriel Méndez/Anibal Pereda - "Bufón"
te esperamos ansiosos!!!!!!!!!
ResponderEliminarBuen regreso pana, el resto te lo escribí en privado y te lo diré en persona! Pura Vida Siempre!
ResponderEliminarBuena vuelta Kchu!!!
ResponderEliminarMe alegro que todo haya salido tan bien.
Beso grande.