El viaje deparaba conocer Egipto, nuestro primer y único país en el
continente africano. Las incógnitas respecto a la situación actual
de un lugar en plena transformación eran muchas de nuestra parte,
las de ellos seguro respecto al momento histórico que están
atravesando serán mucho mayores aún.
La primer ciudad a conocer en nuestra estadía en estas tierras, era
El Cairo, capital del país y punto clave de su economía, comercio y
vida política. Es la ciudad más grande de Africa y cuenta con una
población de dieciocho millones de habitantes, donde sobresale un
número importante de grandes “junadores” de mujeres libres o
ajenas. Chacales sin códigos para la jerga bolichera, no tienen el
menor escrúpulo en mirar una mujer "de pies a cabeza", o más bien "de
culo a pechos" si nos ponemos menos finos. Uno empezaba con el chip de la inacción, de saber que
es visitante y generalmente, o bien cuida el “cero a cero” o se
gana con lo justo de contragolpe. Pero a medida que pasaban los
excesos de desmedida falta de respeto, uno comenzaba a sentirse inexorablemente cada vez más incómodo y la paciencia era algo sumamente preciado. Finalmente me
contuve, lo más inteligente que pude hacer y que no abunda en mi.
El primer día implicaba una amplia recorrida por diversos puntos
turísticos de la ciudad, lo cual preveía un gran caudal de
información a procesar en muy poco tiempo, como viene siendo
costumbre en esta etapa del viaje. Las primeras postales que El Cairo
regalaba, eran las de un gran cúmulo de edificios de ladrillo rojo a
medio hacer, montañas de tierra, piedra por doquier, colores veige y
marrón claro a los cuatro costados, escasa vegetación y la resaca
eleccional tanto en carteles diversos como en pintadas callejeras. La
monotonía predominaba en el camino, el sol que rajaba la tierra
generaba un panorama desolador cuando la mañana comenzaba a golpear
la ciudad.
El primer punto de interés del día nos llevó a conocer la ciudad
de Menfis, capital del antiguo Egitpo. Al día de hoy sólo se
observan sus ruinas, y algunas estatuas, de un lugar que supo brillar
miles de años atrás. El Río Nilo se nos cruzó por primera vez en
el camino, la mística africana se hacía presente y el viaje mental
comenzaba a sobrevolar el lugar. Conocimos un par de estatuas, la del
Rey Ramsés II era la que más valía la pena admirar por su
dimensión y por la obra en sí. La misma se encontraba en el
suelo debido a que un terremoto muchos años atrás la había dejado
en dicha posición. Clases de historia, fotos, y seguir la ruta de la
larga jornada.
El itinerario marcaba que era tiempo de conocer la zona de Sakkara, en donde se encuentra el templo funerario del Rey Zoser y la pirámide escalonada, la cual fue la primera en ser construida por los egipcios. Este elemento y nuestro interés particular por este tipo de construcciones en su país cuna, generaba amplias expectactivas que intentaban ser disminuidas por nuestros guías ante el estado en que se encuentra esta pirámide en particular. Efectivamente se veía en pleno proceso de restauración, lo cuál impedía poder contemplar la misma en la dimensión pretendida. Hicimos un paseo a bordo de un camello que no evidenciaba estar disfrutando del mismo, y partimos hacia un shopping para almorzar allí mostrando la convivencia de elementos completamente antagónicos en unos escasos kilómetros como lo son una pirámide y un Mc Donald's.
A la tarde nos esperaba el plato fuerte de Egipto, la visita a las
Pirámides de Guiza. El desconocimiento de mi parte hacía esperable
que las mismas aparecieran en algún lejano rincón de El Cairo,
lejos del ruido de la ciudad, de sus edificios y la vida cotidiana
del lugar. Increíblemente la realidad marcaba lo contrario, cuando
uno menos lo esperaba las mismas se pusieron ante nuestros ojos
detrás del marco que parte de la ciudad ofrecía. Ibamos espiando
detrás de las edificaciones para dar crédito de que allí estaba
esa imagen tantas veces vista a través de los medios y a lo lardo de nuestras
vidas.
La necrópolis de Guiza es la mayor del Antiguo Egipto, con una
superficie estimada de 160 kilómetros cuadrados. Se destacan
fundamentalmente porque en ella se encuentran construídas tres
pirámides que el mundo observa con admiración y anhelos de conocer:
Keops, Kefrén y Micerino. La primera es también conocida como la
“Gran Piramide”, debido a ser la mayor en cuanto a altura y
volumen en Egipto. Su construcción data aproximadamente del año
2570 A.C., habiendo sido erigidas por diferentes faraones durante la
cuarta dinastía, siendo la única de las “Siete Maravillas del
Mundo” que aún hoy se mantiene en pie.
Igualmente fuera de lo espectacular del lugar, de las pirámides y del momento en si, el vuelo mental fue constantemente interrumpido. Vendedores que atomizaban incansablemente para ofrecerte lo que fuese, sin entender el significado de la palabra “no”, “nou”, del movimiento de cabeza o de dedo, hacían definitivamente difícil la concentración y la conexión con el lugar. Los camellos se ofrecían como un kilo de papas en una feria vecinal montevideana, aunque con matices de ofertas que rayaban la agresión y la libre voluntad del consumidor a optar por lo que estimaba lograría satisfacer sus necesidades. Nos abrimos paso más allá de todo, sólo matices negros en un lugar lleno de colores más allá de la monotonía real que en este sentido tienen las pirámides.
A pesar de que el tiempo destinado para poder disfrutar de una obra
semejante no fue el adecuado, error de cálculos sumado a
impuntualidad uruguaya nunca puede dar bien, nos trasladamos unos
metros para disfrutar de la Esfinge que se encuentra a otro costado
de la necrópolis en cuestión. Los vendedores en este punto ya superaban la barrera de lo tolerable.
Hubieron algunas escaramuzas que finalmente, y por suerte, no pasaron
a mayores, fastidio generalizado, ganas de conseguir una tranquilidad
que era inviable por donde se mirara. Seguimos, la vista que el
paisaje nos regalaba podía más que todo.
En nuestro segundo día en El Cairo visitamos temprano en la mañana dos mezquitas, la de alabastro de “Mohamed Alí”, con una hermosa vista de la ciudad, y la del “Sultan Hassan” sin muchos comentarios dignos del mayor elogio. También una iglesia cristiana en la cual se comenta que se escondió la Familia Santa en su huida a Egipto, y la Sinagoga más antigua del país en donde dice el dicho popular fue encontrado Moisés.
Más tarde nos esperaba el Museo Egipcio, con mucha información que el cansancio me impedía procesar con claridad. La recorrida fue sumamente interesante, cargada de historia de un país que tiene de sobra justamente esto. La parte más importante del mismo se concentraba en el primer piso, en donde se alojaban la gran mayoría de tesoros encontrados en la tumba de Tutankamón. Este es probablemente el rey, o momia, más conocido por nuestra cultura, más allá de que para mi incredulidad había muerto a la temprana edad de diecinueve años y no habiendo tenido una destacada actividad que ameritara tal relevancia. El hecho de haber encontrado su tumba practicamente intacta, sin haber sido saqueada como ocurrió con la mayoría de reyes o faraones de la época, hizo que su nombre haya perdurado y trascendido con una magnitud inimaginable.
Recorrimos más tarde el enésimo mercado, dimos alguna vuelta y al
sobre, ya que estábamos sumamente agotados por prácticamente no
haber dormido ese día (es lo que tienen los partidos de la Euro y
Copa Libertadores a horarios inadecuados y con unos whiskys de
acompañamiento).
Al día siguiente nos esperaba un nuevo vuelo rumbo a Aswan, las
puertas de Egipto seguían abriéndose hacia lo desconocido.
Que haces tomuer??? Que locura eso de las pirámides, me hubiera encantado verlas. Capaz te rias pero pienso que muchas de esas construcciones fueron construidas con ayuda extraterrestre. Hay sobradas pruebas de ello tanto en la contrucción de las mismas, cosas imposibles de hacer inscluso en la actualidad) y además mismo en los jeroglificos que relatan historias de seres extraterrestres. Sabias que las pirámidas de guiza están ubicadas exactamente en la misma latitud y longitud que otras construcciones mayas en centroamerica (no recuerdo ahora el nombre de las mismas).
ResponderEliminarEs historia pura, debe haber estado bueno estar ahi. Pero me fui de tema.
Como que te junaron a la Ceci los egipcios? Les quisiste pegar? jajajajaj No te cabrees, pobres tipos ven a las mujeres tapadas de pies a cabeza, cuando ven un poco de carne se ponen como locos!!! Les hubieras dicho "mirá el caramelito que me estoy comiendo salame" (de nada cuña por el alhago!!jjajaja).
No he tenido novedades de las entradas, ta re complicado el tema. Vas con Mati Mange? Me dijoq ue andaban en tratativas pa conseguir entradas.
Bueno brother, un abrazo. Hasta la Próxima-
G.